Crítica
Según el diccionario, la definición de artesano es: "persona que se dedica a un oficio manual", esas palabras que en cierto aspecto son frías no reflejan a Miguel...
Con su toque de ternura, su bien llevada timidez y su tesón es capaz de dominar el fuego, el tiempo y por que no la belleza en todos sus trabajos, a veces abstractos otrora definidos y coherentes.
El fuego del sol desaparece al ocaso, sin embargo, en sus esmaltes está presente a todas horas en cada instante cuando forma parte del ajuar de alguna enamorada, o simplemente cuando la joya duerme, a la espera de ser puesta por su dueña. La pasión y el color no cejan en su intención... ser un referente de expresión de arte en movimiento, de ser el arrebato que, uno u otro momento todos portamos en nuestras vidas.
Miguel, si te tuviera que definir:
Lo haría con precaución, como la que debe tener un explorador en la jungla... Tus trabajos son la jungla en la que perderse con la imaginación el color y la textura.
Si tuviera que decirte algo:
No cambies, aunque con ello te arriesgues a sufrir reveses.
Si tuviese que añadir una post data:
Mantente firme en tu decidida aptitud y jamás dejes que la musa te vuelva la espalda.
Serafín R. Trashorras, fotógrafo.
EXPRESIONES DE UN PRESENTE
Esta cita que nos ocupa es para situar el recorrido de la transformación de los deseos y meditaciones, que anidan en el espíritu, de Miguel Caamaño creador de joyas.
Sebastián Serlio (1515) nos dejó escrito que “la teoría está en el intelecto, pero la práctica está en las manos”. Miguel, tras haber concebido por el intelecto, se permite dar una traducción formal a sus fantasías combinadas con materiales nobles y modernos métodos experimentales. Sus manos, obedeciendo a su entendimiento, dan expresión a la creación artística potenciando el gusto y el efecto recreativo.
Las joyas, creaciones de Caamaño, son imágenes de una suntuosidad visual para disfrutar. Su maestría y ante las técnicas es lo que le permite dar a sus formas plásticas viveza y luminosidad. Desde un principio ensambla el bellísimo arte del esmalte pintado y las variedades del cloisonne (celdillas), vitral, champlevé (hendiduras), grisalla y como soportes los materiales nobles como son: el oro y la plata.
Miguel, a través del arte del esmalte impregnado en el fuego, encuentra su inspiración en la naturaleza interpretando el mundo orgánico. Alcanza acoplamientos, que responden al objetivo que se propone, como es la genial simplicidad constructiva.
Con lenguaje vanguardista, las creaciones de joyería de Miguel son vivas, tanto en temática como de procedimiento, circunstancias posibles de encontrar en las obras de un gran artista al buscar la belleza en la simplicidad, pureza funcional de las lineas y la nobleza de los materiales.
La belleza absoluta de cada obra que realiza Miguel Caamaño es el resultado de la intensidad de un carácter apasionado y un mundo propio.
Benjamín Santín Carballada, Catedrático de Debuxo.
ARTISTA Y ORFEBRE
¡Es casi como la obra de un mago!
En el caso de Miguel Caamaño, que toma los principios de su materia prima de los Cuatro Elementos; ¡lo que él necesita! Para hacer unas obras distintas entre sí; y yo diría de bellísima factura.
Con la información adecuada y la habilidad de un maestro toma pedazos de Tierra con la combinación del Fuego que reduce a carbón todo lo que toca y naturalmente dos elementos más que no le deben faltar Aire y Agua.
¡Así el esmaltador artista plasma sus creaciones!, que yo las llamaría joyas dignas de dioses del olimpo, para lucirlas en los cuellos de hermosas damas; adornará incluso las espadas que en su día, los caballeros lucían y guarnecería bellos cofres y los arreos de briosos corceles.
Esmaltaron Los Egipcios de dinastías antiquísimas, Los Griegos refinados de su cultura suntuosa, también suntuosa fue la cultura Bizantina que alcanzó esplendores insuperables de arte, técnica, elegancia y riqueza; también los persas y los monjes medievales, etc…
Hoy el esmalte sigue realzando la belleza del Oro y la Plata y que me atrevería a decir que compite con las piedras preciosas, e incluso con los diamantes.
Miguel Caamaño resucita a su modo creatividad y refinamiento dándole al esmalte la dignidad del antiguo esplendor creando bellísimas piezas de diferentes formas y colores, unas opacas, otras traslúcidas.
Su manufactura es limpia y detallista bien acabada, con la originalidad de cada pieza, consiguiendo que cada obra tenga su universo propio, formadas por la esencia mágica, cual alquimista forja y construye sus amuletos, y para que forme entre otros objetos preciados, que levamos formando parte esencial de nosotros mismos.
El verdadero artista no se repite y cada vez que crea algo nuevo, esa creatividad pasa a formar parte de un halo de misticismo mágico, que se guardará en nuestra retina sagrada y mandrika.
¡También! Para que los simples mortales, entre los cuales me cuento, podamos disfrutar con todo su esplendor de esa obra de arte.
¡Siempre irrepetible y bella a la vez! ¡Como la vida misma!
José Mª Lugilde, Pintor.
Corren nuevos aires… Las prisas, los atascos, las colas, las comidas rápidas, las malas digestiones, ya se valora más que te vean tomando una copa en un sitio pijo, rodeado de gente sin alma, sin escrúpulos, libertinos, promiscuos, que tomando un café con tu amigo del alma, ese que nunca te abandonaría, por ninguna mujer aunque fuera la mismísima Cleopatra, que te seguirá fiel, porque confía en ti, te escucha cuando estás triste, te acoge en su casa cuando ya no sabes donde ir, ese que no mira a tu mujer aunque de ella estuviera enamorado, que no quiere faltarte ni con el pensamiento, que piensa en ti cuando se siente solo, que quiere envejecer a la par, para caminar juntos hablando de otros tiempos, donde la energía se gastaba sin medida, ni reparos, donde los recuerdos ya parecen olvidados, donde…
Lo que quiero decir, es que ya es muy raro encontrar un artista/artesano que se tome tan en serio su trabajo, no escatima su tiempo para que sus trabajos luzcan en todo su esplendor, no les falta detalle, cualquier defecto de sus piezas le parece grande, cualquier virtud insignificante. Viendo trabajar en su taller a este artista, da la sensación de que el tiempo se ha detenido, que no hay prisa, de que sólo lo bien echo importa, adiós a las comidas rápidas, adiós a los atascos, sus obras, se cocinan con los mejores ingredientes, los mejores pigmentos, los materiales más nobles, el fuego más lento, las mejores atmósferas oxidantes y reductoras. Sólo el que respira este aire, es capaz de entender lo que aquí se está cocinando.
Luweek Kosla, creativo.
“COLABORADORES”
34 años, la poesía, la paciencia,
mis amigos, mi musa, mis dos familias,
la música, el aire fresco de mis amigos
los artistas con olor a libertad,
los trozos de mi alma que me arrebató la vida,
el sentido y la sensibilidad, la primavera,
la presencia de muchas ausencias,
la ausencia de algunas presencias,
el dinero, la boca del lobo, la pasión,
la tarima mejor construida, el grito callado más desafiante,
la belleza, el tiempo, la noche, el día, esta casa,
la plata, mi horno y la luz que lo habita,
el grano del esmalte, los novecientos grados que lo funden…
Y, tú.
Miguel Caamaño