Una selección de la obra de Leiro perteneciente a la Colección Caixa Galicia, en Santiago hasta diciembre
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En 1975, Leiro expuso por vez primera en Pontevedra y debutó a nivel nacional en Madrid, en 1982. En estos años se sumó al grupo Atlántica, que asentó su carrera a la vez que le servía de trampolín hacia el reconocimiento general.
Su obra –que estos días se muestra también en Segovia, dentro de la programación del literario Hay Festival- ha pasado por diferentes etapas aunque obedeciendo siempre a una figuración expresionista.
Los referentes fundamentales de su estilo son la escultura gallega, la grandeza de Miguel Ángel, la estatuaria egipcia y el expresionismo alemán, influencias que confluyen en figuras rotundas y poderosas.
A mediados de los 70 pasó una etapa surrealista en la que fue miembro del grupo Foga. Utiliza gran variedad de maderas aprovechando las diferencias cromáticas, pero también la piedra y materiales sintéticos, sobre todo desde su establecimiento en Nueva York, donde trabaja con la galería Marlborough.
Debido a la influencia neoyorquina incluyó el ready made y el kitsch, así como la coexistencia del equilibrio y de la ironía. A pesar del carácter lúdico de la mayor parte de su producción, Leiro, es un hombre comprometido con su tierra y el mundo en que le ha tocado vivir. Ejemplo de ello es el grupo de las Recolectoras presentes en esta exposición de la Colección Caixa Galicia.
Sus trabajos más destacados y controvertidos se encuentran en el ámbito de la escultura pública: el Sireno (Vigo), Palabra (aeropuerto de Alvedro, Culleredo) o el Atlante, gigante de catorce metros de largo y veinte mil kilos de peso, recientemente inaugurado en Sanxenxo, son algunos ejemplos.
Cuenta con diversos galardones, entre los que se encuentran el Premio Penagos de la Fundación MAPFRE, la Medalla a las Bellas Artes de la CEOE y la Medalla Castelao de la Xunta de Galicia.
Ha realizado numerosas exposiciones en el ámbito nacional e internacional, y su obra se encuentra en importantes colecciones, entre ellas la Colección Caixa Galicia.
La Colección Caixa Galicia
La creación de una colección de arte corporativa como la Colección Caixa Galicia supone la cristalización de un compromiso con toda una comunidad. Dicha colección nacía con una idea fundamental, la de reflejar la historia del arte gallego de este siglo, incidiendo en la contemporaneidad como referente clave, al mismo tiempo que se vislumbraba como una realidad inmediata una ampliación hacia otros ámbitos geográficos que enriqueciesen ese potente núcleo inicial.
La Colección Caixa Galicia ha intentado seleccionar aquellos nombres y obras que por su representatividad simbolicen trayectorias y etapas de la historia artística de un país. En este ámbito podemos incluir la figura de Xosé Otero Abeledo, Laxeiro (1908-1996), fiel exponente de "Os Novos", creadores que supieron aplicar las líneas de la vanguardia histórica y plasmarla en un lenguaje profundamente vinculado con los conceptos más enraizados de la tradición galaica.
Posteriormente, desde la vía abierta por los Renovadores, surgen en Galicia figuras que, en un momento tan difícil como la posguerra española, realizan una obra absolutamente única y personal.
Es el caso de Urbano Lugrís (1908-1973), autor de un universo oceánico y onírico, con el surrealismo como punto de partida. Magnífico pintor y dibujante, su obra crea escenarios entre lo real y lo fantástico, con un detalle casi miniaturista de los objetos, y el mar como una constante en su obra.
Frente a esta visión singular que emerge del propio microcosmos galaico, Eugenio Granell (1912-2001) hace patente el arte gallego de vanguardia de renombre internacional. Su obra manifiesta un surrealismo en el que confluyen las influencias ortodoxas de raíz europea, con su particular imaginería e ideario estético surgido desde la experiencia latinoamericana y sus estudios de antropología.
La contemporaneidad en Galicia está representada por la generación de artistas del colectivo "Atlántica", que desde los primeros años ochenta realizan unas propuestas estéticas y conceptuales nuevas para el arte hecho en esta tierra, situándolas al mismo nivel que las realizadas, no sólo en España, sino también a nivel internacional.
Tras la consolidación de ese núcleo sólido y amplio de la plástica gallega, la Colección realiza un importante salto hacia el ámbito español e internacional. El punto de arranque definitivo lo marca Picasso (1881-1983), sin duda uno de los referentes indiscutibles de cualquier gran colección de arte.
Junto a él, y avanzando por el siglo XX, se muestran obras de algunos de los nombres capitales del arte moderno y contemporáneo español, con nombres célebres como Manolo Millares, Antonio Saura, Eduardo Chillida o darío Villalba, entre otros.
Con la eclosión de la contemporaneidad, la Colección Caixa Galicia evidencia la necesidad de expandir sus intereses a segmentos determinados del arte internacional. Portugal es, en este punto, uno de los países que desde mediados de los años ochenta ha promovido toda una generación de creadores que ha llevado al arte portugués a trascender sus fronteras. Alberto Carneiro (San Mamede, 1937), Rui Chafés (Lisboa, 1966) o José Pedro Croft (Oporto, 1957) son algunos de los nombres indispensables dentro de la plástica lusa contemporánea.
Gabinete de Prensa de Caixa Galicia