José Pedro Croft exhibe sus obras en la Galería SCQ entre el 27 de octubre y el 25 de noviembre
Trabajando sobre temas de signo opuesto, Croft, cuyas primeras obras se entendían a partir de una lógica del fragmento – trabajó así mismo sobre el modelo de escultura en piedra – más tarde, abandona este material, para volver a un léxico basado en objetos cotidianos como sillas y mesas, materiales como el vidrio, yeso, bronce o la madera que aumentan el aspecto metafórico de su trabajo. En el empleo de estos materiales, Croft sabe traducir de modo cada vez más seguro su deseo de referir no sólo elementos aparentemente opuestos, sino los límites físicos que los separan, insistiendo en los
cuerpos y en las relaciones entre ellos.
Tras su última exposición retrospectiva, en el Centro Cultural de Belén (Lisboa), continúa en el 2003 con una serie de proyectos en Galicia iniciados en la Galería SCQ de Santiago de Compostela, en
Pontevedra (Isla de las esculturas), en la Galería VGO de Vigo con una muestra donde presentó su última obra, antecedente de la muestra que tendría lugar en el CGAC en el mes de abril de 2003. La muestra contaba con tres piezas escultóricas donde combina el cristal y el hierro como parte de un lenguaje ya propio. La forma, el espacio, el volumen, los elementos esenciales de la escultura llevados a su máxima expresión plástica, la destrucción de las formas para la construcción del espacio. Sus esculturas desbordan mediante la luz la los limites físicos marcados por los materiales los espejos y los cristales actúan como elementos expansivos del volumen, dando lugar a unas piezas muy complejas a pesar de su aparente simplicidad.
En esta ocasión demuestra, una vez más, su compleja relación entre escultura y arquitectura, así como las relaciones de expansión y tensión con el espacio. Se trata de siete piezas realizadas en metal, que parten de un concepto de construcción de volúmenes, aunque no se muestran totalmente cerrados, se construyen a través de planos que se dislocan una y otra vez huyendo de la simetría. En sus últimas obras podíamos ver como sus trabajos sobre papel influían sobre la escultura, hoy esta influencia se consolida como un todo, una forma de concebir el espacio y el volumen a través de la línea y el plano jugando con la perspectiva natural del espectador. El proyecto que presenta en la galería scq es parte de un trabajo que se podrá ver en los próximos meses en Brasil, a través de una itinerancia de su obra por diferentes museos del país. Basándose en la forma geométrica del diamante, desarrolla una serie de piezas donde el espacio es volumen y donde el volumen es espacio. Piezas que establecen con el espectador una relación asimétrica que le obliga a desplazarse en torno a ella alejándose y acercándose para descubrir, mediante la parte, el todo. Su obra está presente en colecciones de reconocido prestigio como Centro de Arte Moderna Fundação Calouste Gulbenkian, Lisboa; Fundação Luso-Americana para o Desenvolvimento, Lisboa; Ministerio de Cultura de Portugal; Fundação Serralves, Porto; Caixa General de Depósitos, Lisboa; Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía,Madrid; Sammlung Albertina, Viena; Fundació La Caixa, Barcelona; Museo de Zamora; MEIAC.Museo Extremeño y Ibero-americano de Arte Contemporáneo, Badajoz; Colección Bienal de Escultura “Ciudad de Pamplona”; Colección de Arte Caixa Galicia, A Coruña, entre otros.
cuerpos y en las relaciones entre ellos.
Tras su última exposición retrospectiva, en el Centro Cultural de Belén (Lisboa), continúa en el 2003 con una serie de proyectos en Galicia iniciados en la Galería SCQ de Santiago de Compostela, en
Pontevedra (Isla de las esculturas), en la Galería VGO de Vigo con una muestra donde presentó su última obra, antecedente de la muestra que tendría lugar en el CGAC en el mes de abril de 2003. La muestra contaba con tres piezas escultóricas donde combina el cristal y el hierro como parte de un lenguaje ya propio. La forma, el espacio, el volumen, los elementos esenciales de la escultura llevados a su máxima expresión plástica, la destrucción de las formas para la construcción del espacio. Sus esculturas desbordan mediante la luz la los limites físicos marcados por los materiales los espejos y los cristales actúan como elementos expansivos del volumen, dando lugar a unas piezas muy complejas a pesar de su aparente simplicidad.
En esta ocasión demuestra, una vez más, su compleja relación entre escultura y arquitectura, así como las relaciones de expansión y tensión con el espacio. Se trata de siete piezas realizadas en metal, que parten de un concepto de construcción de volúmenes, aunque no se muestran totalmente cerrados, se construyen a través de planos que se dislocan una y otra vez huyendo de la simetría. En sus últimas obras podíamos ver como sus trabajos sobre papel influían sobre la escultura, hoy esta influencia se consolida como un todo, una forma de concebir el espacio y el volumen a través de la línea y el plano jugando con la perspectiva natural del espectador. El proyecto que presenta en la galería scq es parte de un trabajo que se podrá ver en los próximos meses en Brasil, a través de una itinerancia de su obra por diferentes museos del país. Basándose en la forma geométrica del diamante, desarrolla una serie de piezas donde el espacio es volumen y donde el volumen es espacio. Piezas que establecen con el espectador una relación asimétrica que le obliga a desplazarse en torno a ella alejándose y acercándose para descubrir, mediante la parte, el todo. Su obra está presente en colecciones de reconocido prestigio como Centro de Arte Moderna Fundação Calouste Gulbenkian, Lisboa; Fundação Luso-Americana para o Desenvolvimento, Lisboa; Ministerio de Cultura de Portugal; Fundação Serralves, Porto; Caixa General de Depósitos, Lisboa; Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía,Madrid; Sammlung Albertina, Viena; Fundació La Caixa, Barcelona; Museo de Zamora; MEIAC.Museo Extremeño y Ibero-americano de Arte Contemporáneo, Badajoz; Colección Bienal de Escultura “Ciudad de Pamplona”; Colección de Arte Caixa Galicia, A Coruña, entre otros.
Galería SCQ