Crítica
El mundo paisajístico que nos presenta Felipe Criado, sorprende por laexplosión de color y luz que vibran en su obra. Un colorque es protogonista real del cuadro, le infunde vida, se convierteen mancha vibrante, compone ritmos y nos ofrece una visiónde fuerza espontánea y trazado directo.
F. J. Alcántara, 1969 (El Ideal Gallego)
Así es la obra de Felipe Criado: innovadora, vital, brusca, de nuevos cauces.
R. Otero Túnez, 1972 (A.B.C.)
Me hallaba ante un hombre que sufría la polémica de lo indescifrable, querechazaba cuánto hacía cómoda esta polémica: la habilidad gráfica y gestual conque su mano está capacitada y la inscripción en este o aquel estilo. Su obrano se asemeja a nada conocido. No tiene más semejanza que la propia. Un manifiesto y conocimiento del oficio aflora en toda su obra, pero como algo nacido nuevamente en cada caso: ni se repite, ni distrae.
Ramón Faraldo, Madrid, 1975
El artista sólo podrá ser trascendente cuando logre crear un camino, con toda la carga de la historia del arte que le sirve de apoyo para dar elgran salto hacia sí mismo. Felipe Criado lo ha conseguido. Su pintura es ya su propia alma. Y esto no se logra con intención, sino con sensibilidad.
Castro Couso, Vigo, 1975 (La Voz de Galicia)
Criado es un artista con fuerte personalidad, que, yendo a lo testimonia del ambiente, o mejor, partiendo de él, hace una pintura actualísima, llena de libertades, aunque no desligada de determinados formalismos inmarchitables.
F. Pablos, 1975 (Faro de Vigo)
La trayectoria de Felige Criado se reafirma una vez más y va consiguiendo una obra acabada en temática e investigadora siempre en coloresy formas.
J. Molina (Revista Guadalimar)
Una luz difusa que nace del fondo del paisaje, de un horizonte lejano o de un rincón de la estancia y apenas alcanza a iluminar el contorno de los persona jes, convierten la obra de Felipe en una indagación sobre la existencia, una táctica pregunta sobre el universo.
Anxeles Penas, 1977 (El Ideal Gallego)
A mí me gusta pensar que hay una extraña complicidad entre el pintor F. Criado y su universo: esas mujeres arrojadas su propia soledad, esos personajes que aparentemente piensan... He dicho «sombras»: no la luz que produce el color, los colores, Felipe no los rechaza, pero están supeditados a la sombra, que no es la ausencia de color, sino el color del misterio.
José Mª Moreno Galván, 1978 (Triunfo)
Veredas infinitas, sosteniendo
las huellas de Nocturnos Siderales.
Mareas como senos,
con temblor de doncellas y de mares.
Rios quebrando el hielo de las lágrimas
por el sueño pintor de tus afanes
y el viejo contraluz de tu nostalgia.
F. Boado, 1978
Todo el trabajo pictórico de Felipe Criado, es un itinerario en torno a la búsqueda de una forma de expresarse.
Basándose en la sobria enérgica y ajustada paleta, F. Criado va en busca de su expresión total de su pintura absoluta, y el amor, el deseo y el gozo son los personajesesenciales de su obra.
Raúl Chavarri Madrid, 1979
La realidad en Felipe Criado, se evade por la sombra, liberando la figura de su peso específico. Queda sólo ingrávida y fluída, una evocación de sí misma, una como nostalgia de su imagen que tiene un gran aliento de seducción por el pintor con refinado tacto.
Conchita Kindelan, Madrid, 1979 (Diario Pueblo)
La manera de distorsionar formas y colores, parece querer demostrar, tanto en paisa jes como en figuras, el problema existencial de la soledad o el dolor.
J F. Ponce Ezquerra, Madrid 1979 (Diario Cinco Días).
Un artista de muchas finas calidades formales, dueño de una técnica multiforme, ávida de investigación de la que extrae delicados hallazgos plásticos.
Lorenzo Sancho, Madrid, 1979
Si tuviera que escoger una obra que compendiase toda la exposición eligiría el severo y austero paisaje de la Terra Cha. Tonos sombríos, con rica matización de una melancolía desolada, verdadera y viva.
La composición aparentemente sencilla, encierra una serie de problemas tenaz y valientemente resueltos.
M. González Garcés, 1979 (La Voz de Galicia)
A FELIPE CRIADO
desde la soledad,
y en el misterio,
vienen cantando hombres y paisa jes.
La tierra y la sangre se conjugan,
todo calla en pudor
interrumpido.
Porque reir y llorar
son estridencias,
y el Amor es la ciencia
del olvido.
Raúl Chavarri (en "Nueve poemas dibujados", Galería Kandinski, Madrid, 1980)
En la pintura de criado se palpa a cada momento esa coherencia interna que sólo logran los auténticos profesionales.
Alfredo Vigo, Santiago. 1981 (La Voz de Galicia)
Después de que la mirada se ha recreado en las grandes composiciones y en los paisa jes; después de que se ha detenido uno ante un retrato, tropieza con unos dibujos científicos, mejor fuera llamarles matemáticos que nos descubren la ley secreta de la obra que tenemos delante, la que, si a veces nos desorienta con sus llamaradas de carne, merced a esos dibujos nuestra mirada advierte que la llama de los cuerpos desnudos
se mueve conforme a un rigor y que la razón de que las caras estén borrosas o poco definidas quizás estribe en la incompatibilidad de las matemáticas y la psicología.
Gonzalo Torrente Ballester, Salamanca, 1985
DIANTE DUN CADRO DE FELIPE CRIADO
... Porque nas cores mansas e nos perfís do xesto
que enternece o desexo para ensanchar o gozo
hai un matiz de água e un alivio encantado
de ternura.
Qué serena esa arte do ser subtil entraña
que pinta para dentro o fulgor delicado
dos corpos que reviven a enamorada luz
do Paraiso.
Miguel Anxo Fernán-Vello, 1987
Para Felipe Criado el espacio es un todo conquistable por el color y el volúmen de sus figuras. Al artista no le interesa convencionalismos y perfila unos seres humanos situados en ambientes untemporales.
Maite Gimeno, Vigo, 1990 (Atlántico)
Estos dibujos de Felipe Criado que ahora se presentan en álbum, tienen la reconfortante cualidad de reavivar mis idea canalizarlas. Son pués, ideas que, por obra del artista cobran inesperadamentevigencia plenaria... pero, además, en estos dibujos, en estos excelentes dibu jos de Felipe Criado, se percibe con absoluta nitidez algo que está siempre muy presente en todo buen dibujo, a saber, el innefable placer de la mano que guía al lápiz y le hace recorrer lúdicamente la blanca supe del papel... Sin palabras hablan al último sedimento de aceptación de la realidad. De aceptación de la Naturaleza humanizada en sus criaturas. Aceptación y reverencia.
Domingo García Sabell. Edicios do Castro, 1985 (Album de "37 Debuxos para un país": Cada dibujo va acompañado de un texto del poeta Salvador Garcia Bodaño)
«Lo realmente sorprendente en esta singladura reciente de F. Criado, no es, a mi entender, esa capacidad que refuerza espírituanalítico y tensional en la relación es de una geometría armónica, que roza la abstracción, sino las nuevas posibilidades y contextos que le aporta a su pintura de siempre. Objetualizar sus argumentaciones clásicas y expandir su campo más de la frontalidad con nuevos soportes y puestas en escena con otras miradas que transgreden el orden de la tradición, con la recuperación de materiales de un deshecho hipotético, que alguna vez tuviera vida y todavía pueden refractar la energía de sus viejos usos».
X. Antón Castro. Catedrático de Historia del Arte y Crítico, 1997.