Nito Da Vila
Pintor de cuerpos -de su cuerpo- que poco a poco van desapareciendo dejándonos el único rastro de su sombra. siluetas que son el sonido de su sombra, aquello que se escapa y es, a la vez, nosotros. Símbolos que perviven más allá de su referente, que son expresión de... pero también, realidad unívoca que puede volverse en contra de su origen. Siluetas con un carácter mágico, de fetiches, a las que somete a ahorcamientos, a heridas, a la intemperie solitaria de sus fondos.
Sólo un guerrero sabe dotar de la suficiente trascendencia a sus heridas y convertir su cuerpo, en todas las formas que se quiera, en el vehículo de conocimiento de la propia esencia.
Sólo un hombre radicalmente consciente de su humanidad, de sus carne y sangre, podía llevar a cabo esta sublimación de sí mismo.