MARÍA LOURDES: ¡ESCULTORA Y PINTORA!
A juzgar por lo visto y contemplado, esta eximia artista domina ambas facetas del mundo del arte. Tan pronto se inclina por Praxíteles como esboza hacia Puliceto. Veamos: María Lourdes Casasola –que así se llama la artista que nos ocupa– es hija del que fue famoso y prestigioso farmacéutico que sentó sus reales en O Portazgo, Don Fructuoso Casasola y de doña Concepción Rodríguez Ares. A la vez, María Lourdes está viuda del que en vida fue relevante doctor en medicina Natalio Herrero.
Nuestra genial artista es coruñesa de adopción, convicción y sentimiento. Su existencia, su manera de proceder y sus actuaciones constituyen auténtica y constante expresión artística. Desde hoy, 29 de agosto, María Lourdes expone una impresionante muestra de su obra en la galería “The Room” de la calle de Santiago número 7, Ciudad Vieja, una prestigiosa sala multiusos donde se muestran eventos de diversa índole.
La pintora-escultora ofrece cuadros en los que intercambia espacios vacíos y silenciosos volúmenes, piezas maravillosas entre pintura y escultura, insertando relieves en sus cuadros, en un golpe de originalidad pocas veces visto. Todo ello, trabajado con materiales de difícil labor, que van desde el hierro y la piedra al acrílico y acero cortén.
En suma, un arte natural a la vez que inmensamente creativo donde la artista, en buena medida autodidacta, aunque en un tiempo alumna del insigne escultor Castiñeiras, da rienda suelta a una imaginación desbordante que a veces nos asoma a paisajes lunares o visiones extraterrestres que dan lugar a interpretaciones personales de cielo y tierra. María Lourdes ha sabido utilizar pinceles y cinceles en una obra que despierta curiosidad y entusiasmo. Muy propios, por otra parte, de una dama que destila belleza, distinción y encanto personalísimos. Cordial enhorabuena.