La Voz de Galicia, 4 de Decembro de 1985
Realismo de José Castro Dopico
En la cordialidad de la popular, y tan visitada, sala de la Asociación de Artistas ofrece expresiva muestra de su quehacer pictórico José Castro Dopico. Este pintor coruñés, un tanto escondido en sí mismo, cultiva uno de los varios realismos distintos de la realidad. Entre otros motivos de carácter artístico, porque implica una organización pictórica. Creo que puede afirmarse que la sensibilidad de Castro Dopico acusa una percepción que habrá de ser elaborada, posteriormente, según el estado de su ánima, esencial parcela del espíritu. De ahí esa diversidad en el toque y en eso que, con mayor o menor propiedad llamamos mano, para concretar en una sola palabra lo que constituye el estilo peculiar de cada artista. Presenta paisajes Castro Dopico. Juegos de claroscuro para que nazca la luz, imposible de pintar como afirmó la voz autorizada de Cezanne. Justa la composición, tanto para los volúmenes como por la intensidad del color, unas veces tendido en amplia pincelada segura y otras contenida en detalle. Deteniéndose ante la obra de Castro Dopico, se adivina la existencia de un primer, lejano y riguroso academicismo vencido por la resonancia del mejor postimpresionismo. Merece atención esta pintura y su venir hacia el hoy. No puedo detenerme en su estudio. Pero el propio pintor, por el maduro dominio técnico, por su evidente sensibilidad y capacidad creadora, debe entregarse decididamente a esa esencial vocación que le condujo al mundo sugerente de la pintura que día a día abre horizontes.