La Región, 4 de outubro de 1995
Castro Dopico: "sólo manchar un lienzo ya es una aventura"
"Pintor veraz, definido como un neoimpresionismo en su quehacer pictórico, se dan la mano, el dibujo de eco académico y la pincelada suelta, atrevida, espontánea". Así han definido a José Castro Dopico, un pintor natural de A Coruña que acerca por primera vez una selección de sus obras a O Barco, en el aula de cultura de Caixa Ourense. O Barco/LRV/ "Admiro a todo el mundo que pinta. El hecho de manchar un lienzo en blanco ya es una aventura". De esta manera define José Castro Dopico la grandeza de la pintura. Este artista coruñés acerca por primera vez su obra a la comarca de Valdeorras. La muestra permanecerá abierta al público en el aula cultural de Caixa Ourense en la villa barquense hasta el próximo día 14, en horario de siete a nueve de la tarde. La inquietud artística de este maestro del pincel se despertó a muy temprana edad: "desde niño he plasmado mi inclinación por el dibujo. Ya de adolescente ingresé en la escuela de Artes y Oficios de A Coruña. Estuve siete años dibujando, a lápiz, con carbones y difuminados hasta que logré formar parte de un grupo que se inició en la técnica de la pintura al óleo". Obras que no vendería. El óleo abrió su telón ante los ojos de Castro Dopico, con un comienzo expresivo basado en los bodegones, luego en el paisaje y finalizando en el cénit de todo artista: el retrato. A la hora de definir la tendencia de tantos años de trabajo y dedicación, José Castro hace suyas las palabras de algunos críticos que "me catalogan como neoimpresionista dentro del sistema figurativo". Más que pensar en una musa de inspiración, este amante de la naturaleza y la belleza reconoce que no es especialmente maniático a la hora de enfrentarse a una nueva creación. Le gusta pintar con modelos al natural siempre que tiene tiempo para ello. Como la mayoría de sus compañeros de profesión, "tengo obras que no quiero vender porque deseo que sean parte del patrimonio de mis hijos". Castro Dopico no acierta a definir la pintura y su significado personal, tal vez porque no existen palabras adecuadas para definir los sentimientos. De todas maneras, argumenta que "la pintura lo representa todo para mí. No puedes vivir de ella, pero sé que es mi verdadera vocación. Creo que a la hora de hablar de si el pintor nace o se hace, hay que tener en cuenta que primero existe un proceso que te inclina hacia una cosa que te gusta y luego un oficio, un hacer. Sin trabajo no se logran las metas". La carrera de cualquier pintor se debe basar en un aprendizaje contínuo: "antiguamente, el artista arrinconaba un año el cuadro. Después de ese tiempo volvía sobre él y lo finalizaba. Yo nunca tengo prisas ni doy una obra por terminada. Creo que no existe la perfección, sólo obras mejores y peores. Siempre hay que pensar en los ángulos favorables". La variedad temática de este creador queda patente en la exposición de O Barco, lo mismo que el amplio abanico colorista. "Mezclo personalmente los colores. Antes esto se denominaba la cocina del pintor. Te lleva más tiempo y más cuando debes dominar las tonalidades", comenta. "En este mundillo funcionan mafias". En cada uno de sus cuadros, Castro Dopico busca sensibilidad, sobre todo en el difícil mundo del retrato: "en el retrato hay que saber captar la posición adecuada, ya que la obra debe tener personalidad. Hay que dialogar con el retratado y observar sus reacciones. Normalmente la gente no se ve reflejada inmediatamente después de finalizar la obra, aunque sí con el tiempo. Hay que sacar a relucir el ser interior para captar la esencia de la persona", comenta. Después de realizar exposiciones por toda la comunidad autónoma, Castro Dopico reconoce que "estoy satisfecho con que la gente venga a ver esta muestra". Este artista es realista a la hora de criticar los "privilegios" de ciertos compañeros. "Hoy en día pintar es muy caro. Es difícil que el pintor viva de su arte. No existen apoyos ni subvenciones, ya que en este mundillo funciona mucho el amiguismo y las mafias". En cuanto a la muestra de estos días, el aula de cultura de Caixa Ourense es el marco escogido para resumir la trayectoria de este pintor vitalista (paisajes, retratos, escenas de la cultura gallega...).