El Progreso, 18 de Outubro de 1994
Obras de Castro Dopico en Sala de Arte del Banco Galleg
En Lugo de nuevo el artista coruñés José Castro Dopico. En la Sala de Arte del Banco Gallego expone una amplia y vistosa colección de pinturas de formato vario y temas que van desde el retrato a la creación de formas y del contrastar valores cromáticos hasta el paisaje marino, rural y urbano. Ya en exposiciones anteriores demostró su maestría en el dibujo; pero en la actualidad, a esa notable condición, se unen nuevos logros técnicos, siempre dejando en ellos su personalidad e inspiración. Temas que el artista, en su incesante recorrer Galicia, ha captado en las cuatro provincias y que ha sabido plasmar en cada una los propios efectos de luz. Una de las características de Castro Dopico es la de saber dar expresión de movimiento o de inercia a sus obras, de acuerdo con lo que representan. Los números 7 y 8, representan dos embarcaciones. Una en que las líneas amplias de las velas desplegadas de un gran navío -tratadas con suaves efectos de luz y sombras-, y el casco del mismo en navegación; nos hacen ver la fuerza y vemos en movimiento la nave; mientras que el velero navega, otro buque, acoderado a un muelle, perfila de modo vertical la arboladura, en líneas casi paralelas. Este buque descansa. Artesanía es el título de una obra en que la paciente realización de un tapete en blanco, en el que pueden contarse los puntos, tiene sobre él una serie de objetos metálicos de uso doméstico, que aparecen en relieve. Pero el artista ha sabido dar al conjunto un sentido romántico con un breve ramo de flores que allí aparece. Unido a esa perfección del dibujo, que haría de sus cuadros un realismo a ultranza, si no pusiera en ellos ese algo "vital", en lo que es inerte; Castro Dopico representa monumentos como el Pórtico de la Gloria, Puertomarín, Platerías y otros, en los que, utilizando tonos y luces,y los contrastes de luz y sombras; se llega a darlesuna eficiencia, que nos parece hallarnos ante esos monumentos reales. Y dije que hay en esta exposición el retrato. Y ahí, en su autoretrato y en el de una niña, se aprecia cómo ha sabido utilizar la pincelada y el color, para que los rostros expresen una situación anímica que la cámara fotográfica no podría lograr. Asimismo, cuadros de composición de figuras y ambientes, como Castañeira y Maternidad, nos meten en funciones dispares, pero unidas por el sentimiento que en las obras puso el autor. Termino, pues, este breve comentario de las numerosas obras expuestas; pero en todas aparece el perfeccionamiento del arte que Castro Dopico ha puesto en su trabajo y el sentido poético que ha dado a alguno de sus cuadros. Una vez más, pues, felicitamos al notable artista.