Descubrimos la obra de María Mata
Llega un correo a la redacción, nos pide si podemos ver su obra para publicarla en ANHAD. Como siempre, nuestro equipo pone su atención en nuestros lectores y linkeamos el vínculo que aparece en el mensaje. Y qué sorpresa nos llevamos al ver la obra de María Mata, una joven artista española que destila personalidad en todas las obras que realiza. Su obra destaca entre las demás. Es muy variada y arriesgada, por las diferencias estilísticas y técnicas. Sólo grandes figuras de la historia del arte han desafiado al mercado del arte con una obra tan personal y fuera de las modas, y sólo estas acaban recibiendo el reconocimiento merecido. Ponemos especial atención en su obra de pulpa vegetal. Nos recuerda la calidez de los materiales de las artistas feministas del siglo XX, cuya representante más cercana y consagrada es Louis Bourgeois. En contraposición a la asepsia de los materiales de las obras de arte tradicional (principalmente masculinas), las feministas comenzaron a emplear materiales del entorno doméstico. Frente al acero y el hierro, telas y papel. Por otro lado, está resurgiendo en Europa, y de la mano de la obra de Bourgeois, un fuerte interés por la estética continental en detrimento de la fría estética analítica norteamericana cuyo máximo exponente se aprecia en la obra minimalista. Frente a esta asepsia narrativa (que pretende ser pura presentación), está resurgiendo por parte de muchos artistas un interés representativo, a veces autobiográfico, de la obra de arte.
En su obra Autorretrato, María se muestra de espaldas con unos sensuales labios rojos a punto de abrirse para dar otra calada a su cigarro, como único elemento identificable. Un fetiche. Las sinuosas curvas de su vestido y de su alborotado pelo ondulado contribuyen a esta representación de la sensualidad de la mujer, por parte de la mujer (que en el siglo XX por primera vez no sólo es interpretada por el hombre), y que además huye del contacto visual con éste. Pero habría que preguntar a María cuánto de ficticio y cuánto de autobiográfico hay en su autorretrato.
María Mata ha expuesto en varias galerías de arte dentro y fuera de nuestro país. Sus últimos trabajos son unas ilustraciones "con papel, que no en papel, dónde el papel no es el soporte y sí el instrumento que dibuja" como ella misma nos aclara.
No para de trabajar, de explorar y de experimentar nuevas facetas y nuevos materiales. Nada se le resiste a esta artista lucense que un día abandonó los estudios de derecho para dedicarse en cuerpo y alma a su gran pasión. Y, sin duda, podemos asegurar que ha sido un gran acierto, un paso hacia adelante en el camino del arte que le tiene garantizada su buena acogida.