Crítica
Esta pintura de Álex revela, en ocasións, a decisión, a ragumida elocuencia dunha cor destemperada e vivaz. A enerxía da dun trazo que persigue a forma, apeixoándoa nunha estructura vontariosa. Porque o creador non quere deixar nada aboiando na ambigüidade. Vén ser como si se sentise cobizoso de resolver os propios problemas sin recorrer a fórrmulas alleas.
Agudo e sensible paisaxista, Alex Vázquez ofrécenos nestes cadros, un xeito de pintar moi de seu. A súa dicción, que era xa áxil e eficiente, refrescouse cun anovamento da súa acentuación expresiva. Máis, en todo caso, sin perder por elo o seu estilo.
Francisco Fernández del Riego
Continúa Alex Vázquez experimentando con el paisaje, extrayendo de él todas sus impresiones, sus efectos, sus matices. Es una explosión sensorial de todo lo que evoca la naturaleza en el ser humano y que tiene en este artista uno de sus mejores representantes en la pintura.
Ramón Rozas
Se descubre un extraordinario dibujante en Alex Vázquez. Sabe ver el preciso rasgo expresivo. El detalle justo que nos conduzca, por las complejas vías de la estética y el arte, a descubrir algo escondido detrás o más allá del motivo que se hizo impulso inmediato para el espíritu y la mano.
Laureano Álvarez
"Quienes hemos tenido el privilegio de haber podido seguir con detenimiento el trabajo de Alex Vázquez durante una larga etapa (sus exposiciones y también sus ilustraciones, un capítulo fundamental en su expresión artística), constatamos, sin embargo, que su labor de hoy es el resultado lógico y esperado de una nítida evolución, prefigurada ya en sus obras más implacablemente realistas...
Acerquémonos a ver esta nueva exposición, pues, con ese conocimiento previo y, al mismo tiempo, con la convicción de que no es algo definitivo, sino sólo un eslabón más en su brillante carrera. Lo realizado hasta ahora y las potencialidades que el presente encierra invitan a esperar con pasión ese futuro".
María Lourdes Martínez-Sapiña Llanas
"Temían aquellos galos de la aldea de Astérix que el cielo se desplomara sobre su cabeza. Si tuvieran la oportunidad de contemplar los cuadros de Alex Vázquez pensarían que sus augurios por fin se cumplieron. Si algo caracteriza la obra del artista vigués son sus cielos plúmbeos y encolerizados, a punto de derrumbarse sobre el lienzo. Quizá ellos representan como ningún otro elemento el paradigma de ese instante del paisaje que el artista persigue incesantemente. Ese paisaje en constante movimiento que Alex atenaza con el gesto de su mano hasta convertirlo en policromía de un tiempo".
Carlos Crespo