Crítica
JOVITA, PINTORA DE INTERIORES
Jovita es pintora de interiores, sin despreciar los paisajes y las marinas que hacen cambiar su paleta. Dueña de la técnica del dibujo y dominadora del claroscuro, su paleta, varía en cromatismo, le permite utilizar en cada caso el color adecuado y de modo especial los ocres y los colores neutros; que, con los contrastes de las luces penetrando atrevidas por las puertas y ventanas de sus cuadros, proyectan a cada elemento de la composición, la luz adecuada a su situación en el cuadro.
Juan Miguel de Prada, artista multidisciplinar.
JOVITA LÓPEZ VERES, LA REALIDAD SENTIDA
López Veres acredita un buen conocimiento, un cabal estudio de las cosas. Prefiere las de su mundo doméstico-los salones, la cristalería, los alimentos, el molino -incluso- que plasma con pareja sinceridad.
El mundo tan detallisticamente observado y que en los lienzos aspira a ser pasmosamente fiel, nos recuerda también algo, en su colorido al realismo magistral de Dalí, porque el pintor de Figueres, antes y después de su “místico” surrealismo, es un maestro del pormenor, de la fidelidad a las figuras y los objetos.
Rafael Vilaseca.
JOVITA LA REALIDAD Y EL ORDEN
Observando la obra de Jovita López Veres, encontramos notables parentescos con la escuela flamenca inaugurada por Jan Van Eyck y continuada por Dou. De Hooch, Vermeer. La sintaxis del verismo con la mirada puesta en las escenas cotidianas, en objetos minuciosamente observados, en los espacios interiores cálidos y sosegados, donde la luz dibuja una intimidad segura, pertenece al mismo idioma, aunque con dialecto propio.
Sus fragmentos de la realidad son la vuelta al orden, al equilibrio, al apacible mundo, a la sencillez bella en sí misma. Los escenarios elegidos nos devuelven al realismo burgués del XV flamenco y al nuevo realismo francés del XIX. Con acento gallego.
Manuel Álvarez Prieto, escritor e crítico.