Crítica
La obra que nos presenta Javier Garaizábal en la Galería Vidi, es producto de un consentido dominio de la manera y madio de expresión. Pintura grata, amable,de delicada presencia, en su temática, paisajes unas veces aproximándose al detalle minucioso, y otras tendiendo al color evitando perfiles, sin olvidar nunca un cuidadoso y perfecto dibujo que en su exquisita obra llega a los lindes de un expresionismo sin deformaciones ni estrdencias...
Revistart (01/06/2006)
Exposición de convincente visualidad, que acredita el buen hacer del pintor gallego Javier Garaizábal. Aunque la pintura marche hoy por otros caminos, tampoco conviene olvidar la que postula una base de oficio y destreza, porque un sano eclecticismo aconseja admitir tal propuesta si su índole conservadora no asume una rigidez dogmática. Los supuestos impresionistas no han muerto, or más que se consideren, coo decía Weisbach, "una sutilísima decrepitud". Véanse en Garaizábal las luces específicas, el gusto por los reflejos y los toques vibratorios... lo que mejor recoge el impresionismo originario es el paiseje, bien libre, bien con figura. Que suele ir de espaldas, como si evitase primar en exceso la descriptiva. Descubre entonces Garaizábal un juego de planos quizás deudor de los trabajos que hizo en escenografía.Claro que hay otras maneras de introducior lo humano, entre ellas las argumentales, como la de "Insinuaciones", o la contraposición estatua-cuerpo de las "Venus" que, puesto que van acompañadas por hortalizas, nos llevan a uno de sus géneros favoritos: la naturaleza muerta. A veces las telas añaden la riqueza y transparencia de los blancos. Una de ellas se titula "Homenaje a Caravaggio". El interés por la luz, que no se pierde en los interiores, marcha a la par del recuerdo histórico.
Ángel Azpeitia, Heraldo de Aragón (22/06/2006)
La pintura del ferrolano Javier Garaizábal Fontenla se muestra cómoda en su relación lumínica con el espacio y en una vibración que propende al relax y a una cierta quietud tan necesaria en estos tiempos. Ya sea en sus paisajes, en sus bodegones o en sus figuras humanas, fundidas con el entorno pictórico,sus colores apastelados invitan a una calma buscada y perseguida por el artista, a un impresionismo lírico que no da pistas acerca de una producción pasada en la que plasmó el conflicto social... Garaizábal se relaciona desde adolescente con la plástica y el teatro... hasta la escenografía completa y vestuarios en el montaje de "Os vellos non deben de namorarse" de Castelao, que el Centro Dramático Galego realizó en 1985.
Pero la pintura es el terreno esencial de la creación artística de Garaizábal, una obra que contempla unas 40 exposiciones individuales y otras tantas colectivas por toda España. En ellas hay temas constantes que definen una querencia intensa por el bodegón, la naturaleza cambiante del paisaje y por la figuración, entre decorativista y con una especie de fantasmagoría feliz y despreocupada...
Diario de Ferrol (22/10/2006)