Crítica
“ODA Ó VIOLÍN”
¿Y qué mejor para saciar nuestra sed? ¿Qué mejor licor que la escultura dentro de este líquido elemento que es el arte?
Flor Fernández Santamarina nos da a probar un aguardiente destilada a partir de elementos expresivos que provienen de distintos campos; su visión y encuadres fotográficos se ven endulzados por un trabajo cerámico muy cercano a lo pictórico en que su expresividad y lirismo son reforzados por una estructura constructiva que hace del elixir final un alimento de cuerpo y alma que reconforta espíritus, calienta corazones y libera mentes.
De esta manera, nos acercamos a ensoñaciones muy cercanas al surrealismo que, sin embargo, nunca abandonan lo cercano, lo que nos rodea.
Miguel Ángel Antolín Lería, Profesor de Bellas Artes
“BARRO E FERRO. EN CLAVE DE SOL”
Flor Fernández, escultora gallega afincada en Bilbao, presenta "Barro e ferro. En clave de sol", un conjunto de obras que rinde un sentido homenaje a sus raíces. Nacida en la localidad orensana de Verín, Flor Fernández reúne una serie de piezas como tributo a su pueblo y las tierras gallegas donde pasó sus primeros años. Las esculturas de esta polifacética artista tienen como tema principal e hilo conductor a la música.
Partituras, violines, gaitas y otros instrumentos dan forma a piezas que pretenden hermanar a los pueblos. En su opinión, la música es un lenguaje universal que une a las personas y con esta exposición ha conseguido acercar un poco más a la tierra que le vio nacer, Galicia, ya su pueblo de adopción, el País Vasco.
Las esculturas de "Barro e ferro. En clave de sol" parten de pensamientos que la artista transforma en materia. Ideas y sentimientos toman forma en piezas duales que presentan dos caras distintas y complementarias. Así, el frontal de diversas esculturas se ve enriquecido por formas traseras que nos dan otra visión de la obra.
Blanco y negro, día y noche, norte y sur... Los polos opuestos se atraen, complementan y expresan distintos matices de una misma idea.
Flor Fernández mezcla con acierto diversos materiales. La fuerza del barro refractario, que presenta una chamota muy gruesa, combina con la delicadeza de la porcelana y la rotundidad del hierro. Estos son los principales materiales utilizados por una escultora que se confiesa admiradora de Brancussi y que rinde homenaje a los relojes blandos de Salvador Dalí en significativas piezas de esta exposición.
Asimismo, resalta el uso del color azul añil y el tratamiento de oxidación que da el toque final a distintas piezas. Con este proceso, consigue que el hierro ofrezca un aspecto envejecido y rotundo. La artista sostiene que, frecuentemente, las cosas viejas esconden historias interesantes, historias de amor, música y sentimientos que nos presenta en forma de barro y hierro. Es la clave y la vida de Flor Fernández.
Rafael Ramos
REFLEXIONES SOBRE FLOR FERNáNDEZ
En estos tiempos en que nos encontramos, es difícil descubrir a personas, que utilicen sus actividades como medio de proyección de sí mismos, y como medio para profundizar en un mundo de sensaciones nuevas, que le aporten como individuo nuevos conocimientos para su desarrollo personal.
El utilizar la actividad artística, como medio de expresión y proyección del individuo, teniendo la constancia y fuerza necesarias como para profundizar en este sutil y complejo mundo del lenguaje plástico, con el único fin que disfrutar, conocer, sentir, reflexionar, expresar, proyectar, utilizar, etc... es algo que Flor Fernández conoce y sabe bien. Es parte de su campo vital de trabajo.
Es quizás en este momento, cuando esta encontrando ciertas constantes estéticas, que la están definiendo como artista. Esta línea de trabajo personal, no solo afecta a la manipulación de la materia plástica, sino que toca a otros campos de la expresión como a la palabra y la acción, producto de la gran capacidad de comunicación de esta artista.
El pensamiento creativo, es uno de los ejes de trabajo en el que FLOR se encuentra, encontrando en este estadio de su desarrollo, la confluencia de numerosos impulsos, experiencias ya sentidas y pensadas, de madurez personal y vital, y por supuesto, de la energía necesaria como para seguir proyectándose, utilizando esa intuición reflexiva que la caracteriza.
Es después de diez años de formación técnica y de aprendizaje del lenguaje plástico en talleres de formación artística, cuando empieza a despejar dudas, a reflexionar sobre sí misma y sus gustos, en consecuencia, a centrarse en un trabajo más personal y creativo. Es ahora cuando la búsqueda de ciertas constantes estéticas que la definan como artista, al igual que el concretar su discurso artístico, se han convertido en el objetivo principal que fundamentan el momento actual de su trabajo. El ballet, la música, el silencio, la intimidad, el contraste, la poesía, creo que son materia que FLOR utiliza para representarse en sus trabajos.
En sus primeros trabajos se desenvuelve dentro de unas constantes mas gráficas, probablemente como consecuencia de su anterior dedicación profesional de fotógrafa de prensa, sus composiciones se mueven dentro de un marco más pictórico-plano, que escultórico tridimensional. No obstante enseguida sus trabajos empiezan a tener una presencia mas espacial, empiezan a jugar y dinamizar el espacio que los rodea, eso si, sin perder esa poética narrativa que le caracteriza, y que utiliza para escribir con la materia y la composición, el pensamiento poético de lo que le gusta y la define como persona.
Empieza a utilizar los medios instrumentales de la composición, para representar y potenciar sus ideas; es representativo de su trabajo, la utilización que hace del recurso expresivo del contraste (material y formal), con el fin de resaltar la belleza intrínseca de las partes contrastantes, es decir, contrastar, dividir, enfrentar, para realzar, potenciar y unir dos realidades que en sí mismas son bellas, planteando reflexiones que nos conducen a pensar que todo lo que en si mismo funciona, también funciona en su combinación con símiles como él, aunque sean de naturalezas diferentes.
Espero que estas reflexiones, sirvan para situarnos en el momento cretivo de Flor Fernández, su campo de trabajo, su actitud ante el hecho creativo, y sus pretensiones como artista que fundamentalmente se basan en comunicar y comunicarse.
Vicente Arretxea Calabia, Profesor de Arte,