Crítica
Si nos fijamos en la ejecución, podemos ver una meticulosidad escrupulosa en la realización, un trazado de pulso fino y seguro, un realismo expresivo de la naturaleza representada que impacta a los ojos del espectador. Podemos decir que demuestra maestría absoluta en el dibujo, el trazo, la difuminación de los colores, las sombras y el contraste. El carro los sillares pétreos, las puertas, etc... cobran visos de auténtica realidad, todo ello envuelto en una real bruma que da vida al ambiente.
Creo que ha valido la pena esperar por esta nueva muestra de Luis Calvo y que vale la pena también aprovecharla para, comprobando la madurez técnica y exquisita del pintor, redescubrir ese Ferrol insospechado que aparece, cual nuevo mundo, ante nuestra vista.
Teodosio Ramírez
El único que ha decidodo colgar acuarelas es Luis Calvo, esta técnica que gozó, en otro tiempo, de simpatías importantes hoy parece sino despreciada si algo olvidada, pero Calvo vuelve a traernos al presente una de las dos maneras de trabajar dichas técnicas. Respeta, por lo general, el color del soporte para los blancos, los pigmentos son aplicados de manera líquida, escasean las superposiciones de pinceladas y el dibujo es meditado, carente de artificios e invenciones, es el construir los objetos tal y como los ha observado, sólo se permite oscurecer o aclarar una determinada tonalidad para establecer los claro-oscuros.
Andrés Mosquera Rodríguez
A acuarela de Luis Calvo é feita de xeito moi persoal, manchando todo o cadro sen aproveitar tan sequera o blanco do papel. Pinta-la acuarela como se fose óleo, cubrindo tódala obra coa cór.
Ó estilo de Branque, Luis Calvo busca os tonos con sordina. Creou unha gama orixinal na que xoga cos tonos mates e traslúcidos, as superficies planas e os elementos pintados cunhas finas pinceladas, representa as cousas non como as vé senón como as sinte.
En fin, esa Galicia co toque persoal dos seus cadros, penso que impactará no espectador co seu colorido peculiar.
Antonio Masdias Quintela