Barraña se convirtió en un museo de esculturas de arena
"En la categoría de adulto, el boirense Bisgue volvió a llevarse el premio".
La playa de Barraña se convirtió ayer en un auténtico museo. La tercera edición del concurso de escultura en arena sorprendió a todos, tanto a participantes como a visitantes. La afluencia fue incluso mayor que en la pasada ocasión. En total, se inscribieron 112 personas, siendo la categoría más numerosa la de juveniles.
Las figuras que se esculpieron fueron de lo más variado: desde hórreos, caras y sirenas hasta los típicos castillos, eso sí, muy bien elaborados. La edición de este año contó, además, con la exhibición del trabajo de Sergi Ramírez, artista catalán de prestigio internacional. Su obra se colocó en el centro del arenal y estaba relacionada con el mundo del surf.
Además, cada año el certamen se hace más conocido y hasta Barraña llegan aficionados de varios países europeos. De hecho, hay dos checos que participan desde la primera convocatoria y quedan siempre los primeros en la sección de grupos. En esta ocasión también ganaron.
La calidad ha mejorado y mucho, según comentaba Paula Tubío, una de las responsables de la organización: «Se nota que este año la gente se lo ha tomado en serio. La mayoría estaba aquí desde primera hora de la mañana. La verdad es que muchas de las esculturas son una verdadera maravilla».
Todo un día de trabajo
El certamen terminó hacia las siete de la tarde, hora en la que el jurado, compuesto por el escultor invitado, Sergi Ramírez; su ayudante; y el conocido artista boirense, Core; comenzaron a evaluar las obras.
Los ganadores se proclamaron alrededor de las ocho de la tarde y fueron los siguientes: Bisgue, en la categoría adulto individual con su obra Einstein, y los veteranos checos, Vendula y Michal, en la sección grupal, con su obra Dios con el mundo.
En infantil, el trabajo ganador fue El salón. La obra juvenil que resultó premiada fue Nenufar. En el apartado de familias, los Pimentel se alzaron con el primer premio.